El peso colombiano, la moneda que alguna vez fue considerada por
los economistas internacionales la moneda más sólida de América
Latina, es hoy oficialmente la moneda más devaluada del mundo,
únicamente superada por el rublo ruso (Fuente: MoneyMoves, Bloomberg). Y es que mientras que hace un año, el dolar se cotizaba a una cómoda tasa de $1886, hoy en día se está cotizando por encima de los $2950 (una devaluación del 56%) y la apuesta general es que antes de terminar la semana alcance el techo de los $3000.
Imagen del diario “La República”.
Aunque para el ciudadano de a pie, que hace todas sus transacciones
cotidianas en pesos, esta escalada estrepitosa en el valor de la moneda
estadounidense podría parecer irrelevante
(mucho más si es de esos crédulos que cree en las políticas de este
gobierno) la creciente alza en los precios de la creciente lista de
productos importados, en la que se encuentran hasta el frijol y el
huevo, demuestra que contrario a lo que dice el ministro Mauricio
Cárdenas (recordado por el escándalo de Dragacol), el dolar sí está afectando el costo de vida, y por tanto impactando la inflación.
Pero ¿por qué el peso colombiano se ha depreciado tanto frente al
dólar estadounidense, y otro tanto frente al debilitado euro y hasta
contra el peso méxicano? ¿han sido las políticas del gobierno de Juan
Manuel Santos la causantes de este desastre? Para responder estas
preguntas, listo a continuación cinco razones por las que el peso
colombiano, es hoy una de las monedas más devaluadas del mundo.
1. La caída en los precios del petroleo.
No cabe duda que la actual caída en los precios del petroleo es la
principal razón en la creciente devaluación del peso colombiano. Después
de todo, más para vergüenza de Colombia, que para su orgullo, los
hidrocarburos son aún, en pleno siglo XXI, el principal producto de
exportación y en consecuencia, la fuente principal de divisas.
Al caer el precio del petroleo, disminuye el ingreso de dólares en el
país, situación que se refleja en el hecho que haya que pagar más
devaluados pesos por cada billetico de un dolar.
Claro, el gobierno de Juan Manuel Santos no tiene la culpa que los
países de la OPEP hayan decidido bajarle el precio al petroleo, para que
Estados Unidos no pueda seguir invirtiendo en la polémica fracturación
hidráulica (fracking), pero resulta que esa no es la única causa de la
devaluación del peso colombiano.
2. Presión presupuestaria.
¿Qué es presión presupuestaria? Dicho en términos simples, es lo que
sucede cuando un gobierno empieza a hacer presupuestos con plata que no
sabe de donde va a sacar. Y eso es exactamente lo que sucede en Colombia
en estos momentos.
Mientras que en su primer gobierno, y como consecuencia de los altos
precios del petróleo y de las buenas calificaciones del servicio de
deuda externa del gobierno anterior, Juan Manuel Santos vivió
literalmente la danza de los millones; en este segundo gobierno, las
cosas no le están saliendo tan bien, precisamente porque a Colombia ya
nadie le quiere prestar.
Al inicio del primer mandato de Santos, la deuda externa colombiana ascendía a aproximadamente 50.000’000.000 de dólares (Fuente: Banco Mundial), al día de hoy, esta deuda asciende a más de 100.000’000.000 de dólares (Fuente: Portafolio),
lo que significa que en cinco años, la deuda externa se duplicó, por lo
que al día de hoy cada colombiano, hombre, mujer, niño y anciano, debe
aproximadamente 6’000.000 de pesos por concepto de deuda externa.
Esta presión presupuestaria genera inquietud en lo inversionistas,
que prefieren hacer negocios en otras latitudes mucho más solventes que
la nuestra, por lo que disminuye el flujo de dólares y aumenta la
devaluación. Pero aún faltan tres razones más.
3. Reducción en la tasa de crecimiento del PIB.
Aunque incrementar el valor de una deuda (no digamos, duplicar) nunca
es exactamente positivo, no sería tan grave, si la entidad deudora
tuviera una alta tasa de crecimiento, pero en Colombia estamos en la
situación exactamente opuesta.
Y es que de acuerdo con datos del Banco de la República,
la tasa de crecimiento trimestral del PIB ha pasado de 6 y 6.5% al
final de 2013 e inicios de 2014, a 2,8% a inicios de este año 2015. Una
caída en la tasa de crecimiento en el país es consecuencia de una
reducción en las exportaciones y en la inversión extranjera, lo cual se
traduce en menor flujo de dólares y por tanto, en mayor devaluación.
4. Aumento en el déficit de cuenta corriente.
Primero que todo aclaremos que es “cuenta corriente” en términos de
macro-economía, antes de que lo vayan a confundir con la cuenta
corriente de un banco. Cuenta corriente es un indicador del balance
comercial de un país entre sus activos y sus obligaciones (léase deudas)
en el exterior. Cuando un país tiene un superávit en su cuenta
corriente, signifca que tiene mucho más activos que deudas en el
exterior, y un déficit, como el que tiene Colombia, significa que tiene
muchas más deudas que activos.
Según datos de Portafolio,
el déficit de cuenta corriente se disparó en un 7% durante el primer
trimestre de 2015, por lo que probablemente llegue un 30% a finales de
año. Hasta el mes de marzo, el déficit ascendía a poco más de
5.000’000.000 de dólares. Este desequilibrio se traduce en una mayor
salida de dólares del país (para pagar deudas) que se traduce en más
devaluación. Pero aún queda una última razón.
5. Inseguridad y terrorismo.
Finalmente, la confianza inversionista, la base de el orden fiscal en
Colombia entre 2002 y 2010 se ha venido a pique por cuenta del
incremento en la inseguridad en las ciudades, y los ataques terroristas
no sólo a objetivos militares, sino a activos industriales privados.
Esto ha hecho que miles de millones de dólares se hayan ido del país a
otras latitudes menos inseguras, o donde al menos el ejecutivo tenga la
intención de corregir la situación.
En este objetivo
las FARC han tenido un éxito rotundo, ahora ya no se enfrentan con un
estado fuerte y ordenado, sino con un gobierno endeble, endeudado y con
problemas de financiación. ¿Realmente querrán hacer la paz con un
gobierno al que ya están en capacidad de hacerle frente?
Lo más grave del asunto, es que estas razones están muy lejos de una
solución de corto plazo. La deuda sigue incrementándose a pasos
agigantados, el petroleo sigue en mínimos históricos, el país se sigue
desindustrializando y las FARC siguen haciendo de las suyas. A este
paso, el dolar no sólo pasará el techo de los $3000, sino que hundirá al
país de pasos en una crisis de inflación que hará prohibitivos los
precios de hasta los productos más elementales… ¡y pensábamos que eramos
mejores que Venezuela!
Por Carlos Mario CNX
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