Foto: Archivo.
En esta nueva entrega destacamos la posición del presidente Nicolás Maduro al informar en la reunión del Mercosur en Brasilia el reclamo justo de Venezuela sobre los límites históricos acordados en el acuerdo de Ginebra 1966, para que todos los miembros y asociados de esta estructura regional conozcan los derechos territoriales de Venezuela sobre esta zona usurpados por los acuerdos colonialistas del imperio británico y sectores del gobierno de EE.UU, a finales del siglo XIX.
En parte de su intervención, Maduro informó que se acordó con la Unasur una reunión en Asunción, capital de Paraguay, para tratar el tema del Esequibo. El objetivo es alcanzar una negociación internacional que logre que el presidente de Guyana, David Granger, se siente a dialogar y no a atacar al mandatario venezolano, evadiendo con su actitud los buenos oficios de la ONU.
Todas estas iniciativas en Mercosur y Unasur, muestran la postura del Gobierno Bolivariano y de la Asamblea Nacional (AN), de buscar un camino de paz y de conciliación, sin dejar de lado el derecho histórico de su reclamo territorial usurpado hace más de dos siglos.
Obviar la Exxon y solo acusar a Guyana
Mientras el gobierno habla de salidas negociadas en el problema con Guyana, la oposición trata de desvincular a la Exxon de dicho conflicto, mostrando una vez más su postura proestadounidense, en conjunto con la negación del papel de las transnacionales en los conflictos regionales y continentales.
Esta visión de la derecha niega la verdad en los conflictos y guerras regionales en el siglo XIX y XX; sería imposible negar la incidencia de EE.UU en la creación del Canal de Panamá, comprado a Colombia en una negociación entre las oligarquías de estas naciones. Las guerras en Centroamérica impulsadas por la United Fruit Company (UFC), conocida como “la frutera” o “el pulpo”, era una firma comercial multinacional estadounidense fundada en 1899 que producía y comercializaba frutas tropicales (principalmente banano) cultivados en América Latina, y que se convirtió en una fuerza política y económica determinante.
La guerra del Chaco, entre Paraguay y Bolivia, se libró desde el 9 de septiembre de 1932 hasta el 12 de junio de 1935. La causa principal que llevó a estas naciones al conflicto bélico fue la supuesta existencia de petróleo en el subsuelo chaqueño, zona de limitación, en que la Standard Oil ya extraía crudo del lado boliviano en sus bordes serranos.
Esa empresa había fracasado en su intento por sacar el petróleo boliviano por un oleoducto en territorio argentino hasta la refinería que tenía una subsidiaria de esta transnacional sobre el río Paraná, quedándole como única opción cruzar por el Chaco Boreal hacia el río Paraguay, lo más al sur posible, con un costo altísimo de vida en combates: murieron 60 mil bolivianos, 30 mil paraguayos, y hubo una gran cantidad de heridos, mutilados y desaparecidos.
Podríamos analizar muchos más ejemplos de la incidencia de las transnacionales y de EE.UU en nuestra América Latina, también sobre los despojos y las guerras imperiales; que para las oligarquías y las burguesías, así como la ultraderecha venezolana, les es más fácil acusar a una nación que está sujeta a un presidente vendido a una transnacional petrolera, pero no hay que olvidar los acuerdos del primer gobierno de Carlos Andrés Pérez que cedió territorios a Colombia para evitar un conflicto regional.
“Un sector de la MUD ya tiene decidido cantar fraude porque una vez más no respetarán al pueblo”.Desestabilización
Los sectores de la ultraderecha de la MUD buscan los caminos verdes para crear niveles de confrontación hacia las elecciones del 6 de diciembre de 2015 ante la incapacidad de lograr la unidad interna, el tema obligatorio del 50% de mujeres en los cargos para diputados a la AN, lo que ha generado una crisis interna, al igual que el “dedazo” en la elecciones primarias y seguramente en las listas.
La búsqueda de crear nuevos focos de tensión en la inhabilitación de María Corina Machado y de otros candidatos por la Contraloría, son derivados al CNE y al gobierno bolivariano, desconociendo las faltas y delitos de los sancionados. Por eso buscan el camino de las derechas internacionales para apoyar su campaña mediática. Pero este sector de la MUD ya tiene decidido cantar fraude porque no respetarán una vez más el voto del pueblo, como lo hicieron el 14 de abril de 2013 al desconocer al presidente electo constitucionalmente, Nicolás Maduro.
También es bueno señalar que el “Decreto Obama” no ha sido desmontado por el gobierno de EE.UU, se han desarrollado conversaciones con autoridades de esta nación, pero si nos vamos a los antecedentes del gobierno de Obama, este saldrá a apoyar a la MUD y a su combo golpista de paramilitares. La visión imperialista solo busca el control del petróleo, el agua, el oro, los minerales, no le interesa la independencia económica de los pueblos, solo buscan el poder de sus transnacionales, por eso se apoyan en los burgueses, en las oligarquías antipatrias que venden hasta su madre para lograr su riqueza.
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