De los medios estériles al el Sistema Nacional de Comunicación Popular. (1ra Parte)


                                                                              "La vida “no es monólogo”. Es un diálogo, es un coloquio.”
Los actos solitarios son fatalmente estériles”
Mariátegui
La comunicación es una forma superior del intercambio. Es modo de intercambio, modalidad del intercambio entre humanos, entre comunes, comunicar es “poner en común...”
Fernando Buen Abad
Filosofía de la Comunicación

En un excelente libro escrito por Orlando Araujo “Venezuela Violenta”, utiliza un adjetivo para la burguesía Venezolana: la llama la “Burguesía Estéril”. Este término es uno de los más acertados en el entendido que en nuestro país los sectores que detentaron y en cierta medida detentan el poder económico y político lo han hecho con la clara anuencia, protección y dependencia, en primer lugar de las potencias hegemónicas, principalmente EE.UU, y en segundo lugar del Estado Venezolano, el cual genera su mayor cúmulo de riquezas de la extracción del petroleo, que desde comienzos del siglo XX brotó por nuestras tierras.
La consolidación de estos sectores de poder que plantearon su clímax ideológico-práctico en los últimos veinte años de la llamada IV República, lograron acumular en su seno dependiente y parasitario no solo dólares, mansiones, tierras ociosas y empresas quebradas, sino invertir en lo que para ellos sería el verdadero sostén de su sistema entreguista (siempre como sucursales o plato de segunda mesa, de los grandes consorcios transnacionales): Los medios estériles de incomunicación.
Antes de abordar esta adjetivación a los medios privados en Venezuela, visualizaremos algo fundamental: la propiedad detrás de estos en la Venezuela actual.
En nuestra nación existen al menos 6 grandes grupos comunicacionales que han invertido durante ya varios años, algunos varias décadas, en las comunicaciones o más bien en la configuración de nuestro imaginario colectivo como país, teniendo presente lo que nos dice el Filosofo Buen Abad, que “es imposible e invalidable cualquier definición de comunicación que no tenga base económica objetiva”, es decir la forma de propiedad, las relaciones de producción en sus empresas comunicacionales y lo que nos reproducen a través de sus medios, es lo que ellos son como clase.
El primero de estos monopolios comunicacionales esta en manos del Grupo Cisneros, el cual detenta en su poder 12 televisoras, una de ellas de señal abierta y es una de las 2 con mayor rating del país; 4 productoras de tv, 64 estaciones de radio FM y AM y una en internet, una Distribuidora oficial, 2 Productoras musicales, 2 Productoras de eventos, una empresa de Telefonía Móvil y Fija, un periódico de circulación nacional, muchas paginas web, sin contar con las inversiones en “belleza”, deportes, gaseosas, licores entre otras cosas que forman parte del este impuesto imaginario nacional.
Conglomerado de medios 1bc, tiene en su haber 3 canales de tv, dos propios y uno en sociedad, el cual también está entre las 2 televisoras con mayor rating del país, 2 emisoras de radio, una de ellas fue la primera radio comercial de nuestro país, 2 empresas de producción musical, una Distribuidora de programas, una empresa de doblaje, un diario de circulación nacional, una cadena de cine, una editorial, una empresa de publicidad, una cablera entre otras.
El Bloque De Armas: Está conformado por medios de comunicación impresos, televisivos de los más vistos y leídos del país, editoras y distribuidoras de publicaciones y textos escolares, impresión, además de una red de librerías.
Cadena Capriles: 3 periódicos entre ellos el de mayor circulación nacional, 2 revistas, una productora de radio, 3 páginas web, una editorial, una TV por internet entre otras inversiones en este y otros sectores.
Dos consorcios completan este sexteto el Grupo Prisa y el Grupo Vocento ambos Españoles, con inversiones y asociaciones en prensa, editoriales, publicidad y radio entre otras cosas, por ejemplo Unión Radio, Circuito Mega, editorial Santillana.
Como lo podemos observar, los medios privados en Venezuela ejercen una amplia hegemonía comunicacional y cultural por encima de los públicos y los alternativos-comunales. En palabras del profesor Díaz Rangel, “de los 1.200 medios, 65% favorece al postulado por la oposición”, son los sectores dominantes quienes siguen reproduciendo la lógica perversa del capital en nuestro pueblo, siguen convenciendo sobre su nauseabundo, aunque poderoso estilo de vida; pero estos medios, debemos entenderlo bien, siguen siendo estériles y son tres razones las sustentan este planteamiento. La 1era es que aún con la gigantesca cantidad de dinero que generan a sus beneficiarios en el país, por el carácter improductivo de nuestra clase dominante, cada cámara, cada repuesto, cada programa informático, es de sello importado, lo que significa dependencia de los países dominantes no solo en lo técnico, sino en los contenidos reproducidos y a veces producidos son casi siempre ¡Made in USA!. La misma actitud complaciente y entreguista que tienen en el aparato productivo, la muestran sin ningún rubor en sus medios de comunicación, empresas de dominación cultural que mientras estén en sus manos seguirán siendo un calco de sus intereses, es decir de los intereses Imperiales.
Como 2do argumento tenemos lo conceptual. Buen Abad nos habla de comunicación como: “una forma superior del intercambio. Es modo de intercambio, modalidad del intercambio entre humanos, entre comunes, comunicar es poner en común”. Tomando esto como base, sería hasta gracioso decir que la Sra Agustina y sus nietos los morochos, que viven en el barrio La Coromoto en el oeste de Caracas, están “entre comunes” con Gustavo Cisneros cuando están viendo los domingos la “Guerra de los Sexos”, si comunicación es “poner en común” entonces a la Sra Agustina y los morochos, le harían falta unas cuantas cámaras, dinero y personal para devolverle con cierta paridad el mensaje al señor Cisneros. Esto se repite sin cesar en cada una de las formas comunicativas de masa, con sus matices, que hasta el día de hoy conocemos. Es por ello que la lucha por una verdadera comunicación es la lucha por un nuevo modo de sociedad, la pugna que existe actualmente en nuestro continente, llamado por el presidente Rafael Correa: “cambio de época”, debe traer consigo el trascender al capitalismo con sus lógicas en lo artístico, lo audiovisual-comunicativo, lo educativo, lo religioso, lo laboral-productivo y otros.
En este mismo sendero nos conseguimos con el 3er argumento, la llegada del Comandante Chávez y la Revolución Bolivariana a Miraflores han traído consigo, una serie de interrogantes a los sectores que han detentado el papel hegemónico cultural desde sus lindas casas de Miami y Santo Domingo, después de 14 años de proceso revolucionario, golpes, paros, intervenciones extranjeras, millones invertidos en publicidad, películas, canciones, periodistas. Nos encontramos con un estudio realizado por el Centro Gumilla hace dos años, quienes afirman que: “la idea de socialismo, tal como la ha promocionado Chávez, ha entrado en el discurso de los sectores populares”. Esto no significa que el modelo hegemónico haya dejado de ser el capitalismo rentista Venezolano, lo es y se reproduce desde las comunas hasta las empresas, sino más bien que con el proceso Bolivariano se le salió una rueda a la carreta y estos años de lucha han comenzado a formar pequeños lunares en ese imaginario colectivo, que más que imaginar los desarrolla en la praxis revolucionaria. Por eso, con el Amauta decimos: “Los actos solitarios son fatalmente estériles”. Este proceso lo ha demostrado así; para esta burguesía, su forma de vida es su fatalidad.
En ese sentido la Revolución Bolivariana en el fragor del combate ha construido lo que hoy se llama el Sistema Nacional de Medios Públicos, el cual cuenta con aproximadamente 140 medios (radio,TV,prensa), los cuales se han venido fortaleciendo desde el punto de vista técnico y en sus contenidos, pero que es sin lugar a dudas mínimo comparado con la influencia que ejercen en la lógica de vida de nuestro pueblo y su cotidianidad los monopolios ideologizantes de la incomunicación burguesa. Es simplemente una utopía no realizable, pensar que la lógica del Estado paralelo, o la pugna entre adhocracia y burocracia, como la conceptualizaba Muller Rojas, la cual ha funcionado de manera exitosa en algunas misiones, se pueda concebir en el terreno de la comunicación. El pensamiento y las practicas de un pueblo en revolución solo pueden ser comunicadas fielmente si este, organizado, toma lo que por derecho le ha sido expropiado: su autodeterminación.
En este sentido se han venido multiplicando de manera exponencial, pero al mismo tiempo artesanal, nuevos medios comunitarios y alternativos que no solo muestran la lógica de sus localidades, sino que empiezan a asociarse para conquistar esa autodeterminación, junto con el pueblo y con los tiempos que también nos ha impuesto las características muy particulares y hasta inéditas de la Revolución Bolivariana. Son aproximadamente 280 medios (radio y tv) que pueden decir con total orgullo que están haciendo comunicación popular, incluso cuando algunos de estos estén acariciados por la estética burguesa o intenten formas de acumulación de capital en el ejercicio de la comunicación popular. Es la lucha colectiva por la autodeterminación o un nuevo modelo de sociedad quien irá revirtiendo esta lógica.
En este contexto, nos llegan las decisivas elecciones del 7 de Octubre del 2012. Con esta correlación de fuerzas en lo comunicacional nos conseguimos luego de 14 años de Revolución con una propuesta llamada del “Candidato de la Patria para una Gestión Bolivariana Socialista” para el próximo período de Gobierno, la cual recoge en gran medida las aspiraciones y esperanzas, no solo del pueblo Venezolano sino de los pueblos excluidos y oprimidos del mundo. Es por ello que merece el apoyo y acompañamiento de todas las fuerzas revolucionarias y progresistas de nuestro continente y más allá, lo que no significa que le dejemos de dar un repaso crítico a algunos aspectos en ella planteados en el espiritual de discusión y construcción colectiva al cual nos han convocado; por ejemplo, en lo referente a la comunicación nos llaman a la conformación del Sistema Nacional de Comunicación Popular. Nos sumamos, pero insistimos: lograremos la autodeterminación o la independencia (la cual es el primer objetivo histórico) no solo con la “regulación social de los medios de comunicación como herramienta para el fortalecimiento del poder popular” (2.5.7. Propuesta de la Patria). Es el pueblo organizado, asumiendo lo expropiado quien logrará ser verdaderamente libre teniendo siempre presente que cualquier proceso de independencia, sin concebirlo en el sentido que lo expresa Jorge A. Ramos en su “Nación Latinoamericana”, sería una vez más arar en el mar. Además debemos estar alertas con las ley que en este respecto se plantea en la Asamblea, la cual tiene su guiñapos insertados y peligrosos.
Mucho falta por discutir e investigar sobre “la comunicación como proceso humano y herramienta de transformación y construcción social” (2.5.7.2, Propuesta de la Patria) y para ello es fundamental visualizar las experiencias y pequeños lunares que en lo comunicacional ya nos muestran un camino y la posibilidad de una nueva estética, de ponernos en común y estar entre comunes, sin élites ni privilegiados de siempre.
Gustavo Villapol
Comunicador Popular
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