ABN
ABN 02/03/2007
A una hora de Caracas, la sede del consejo comunal Carmen Partida I está acomodada en el segundo piso de una vieja casa corroída por el salitre. «Esta terraza con vista al mar vio nacer el primer consejo comunal de Mamo», relata Gustavo Villapol, vocero de la Unidad de Contraloría Social.
Mamo en la historia
Carmen Partida fue la mujer que llegó a esta comunidad tras la caída del dictador Marcos Pérez Jiménez y se convirtió en promotora de la construcción de Mamo. Pero, el origen de esta población se remonta desde antes de los colonizadores, territorio al que llamaron Valle de las guayabas.
El asentamiento se extendía desde donde hoy se encuentra la planta eléctrica de Tacoa hasta la meseta de Mamo. Allí habitaban grupos de indios, entre ellos los Caribes, y el líder era el cacique Paramacai.
Tras la llegada de los colonizadores españoles, el valle se transformó en una hacienda a la que llamaron Mamo y sus habitantes fueron sometidos a la explotación por los invasores. La hacienda se destacaba por ser muy productiva porque era rica en producción de café, guayaba y durazno en el área montañosa.
A partir de allí empiezan a registrarse las sucesiones, denominación que recibían las invasiones cuando había dinero de por medio. Para el año 1900 Mamo era un espacio desierto. Se perdió todo el cultivo, situación que empeoró con la explotación del petróleo.
Después, la Armada y el Ejército se apoderaron de una gran parte de la hacienda Mamo y paulatinamente empezaron las invasiones, primero por militares, luego por algunas familias que construían casas para el veraneo.
Llegó el fin de la dictadura de Pérez Jiménez y un grupo de personas, entre ellas la señora Carmen Partida, iniciaron su vida en Mamo con el ímpetu que después haría historia.
Partida organizó a la comunidad e impulsó la construcción de la cancha, la escuela, el dispensario médico, la iglesia, las tuberías de aguas blancas y aguas negras, e incluso llevó a cabo una primera comunión en la zona.
«Carmen Partida dejó en 2004 el legado de constancia y amor por el beneficio colectivo», recuerda Villapol.
Hoy viven en la comunidad de Mamo mil 500 familias, que representa un total de 7 mil 500 personas que en su comunidad no tienen fuente de empleo. La pesca, única vía de ingresos desde principios del siglo XX, ya no es una opción debido a la contaminación de sus costas.
Nace el primer consejo comunal de Vargas
Para conformar el consejo comunal, la comunidad comenzó a organizarse por sectores. En honor a la labor de esta célebre mujer, el segundo de los cuatro sectores que se conformaron en Mamo se denominó Carmen Partida I. El sector uno se denominó Antonia León, del mismo grupo de la señora Carmen, el sector tres Paramacai y el cuarto está aún por conformarse.
Gustavo Villapol con palabras sencillas explica que según la Ley de los Consejos Comunales, «es posible conformar un consejo comunal a partir de 200 a 400 familias en zonas urbanas. Para ello, los habitantes se organizaron y aprobaron en asamblea de ciudadanos y ciudadanas los cuatro consejos comunales, con miras a fundar una mancomunidad en la zona».
Para crear el consejo comunal Carmen Partida I la Comisión Promotora Provisional se encargó de explicar qué es un consejo comunal, para qué sirve y cuáles son los pasos a seguir. Luego se estableció la Comisión Promotora Permanente como tal, encargada de recopilar la historia de la comunidad, definir el área geográfica junto con la asamblea de ciudadanos y realizar un censo socioeconómico de sus habitantes.
La Comisión Electoral se encargó de elaborar el registro, difundir las postulaciones para integrantes del consejo comunal y gestionó una Asamblea Constituyente para llevar a cabo una votación secreta en la que se eligieron a los voceros y voceras de los comités de trabajo e integrantes del Órgano Ejecutivo, la Unidad de Contraloría Social y la Unidad de Gestión Financiera o banco comunal.
Para esta elección se requirió del 20% de los censados, miembros de la comunidad y mayores de 15 años.
«La comunidad entiende que el consejo comunal corresponde a la estructura de Gobierno, pero en una comunidad», explicó Villapol.
Desde los diseños de los primeros proyectos, el banco comunal del Consejo Carmen Partida I le rinde cuentas a la comunidad y al Consejo Presidencial del Poder Popular.
Viviendas dignas tras una larga espera
Una vez constituido el consejo comunal, presentaron dos proyectos aprobados en asambleas de ciudadanos y ciudadanas. Uno, la creación de la casa cultural, y otro, la sustitución de ranchos por viviendas.
A los tres meses, el Ministerio del Poder Popular para Vivienda y Hábitat (Minvih) aprobó el de más alta prioridad: la vivienda.
El hecho de que familias de 12 personas dormían en una casa de un sólo cuarto y otras en ranchos fueron claras razones para determinar que la necesidad de viviendas dignas era el principal problema de la comunidad de Mamo.
Lo que impulsó la aprobación de los recursos para el proyecto de vivienda fue la buena y comprobada organización. Éste es el primer consejo comunal registrado en el estado Vargas y su banco comunal contaba, incluso, con una cuenta bancaria.
El proyecto abarcaba la sustitución de 10 ranchos por casas y 78 remodelaciones. Pero, al ser presentado en el primer Gabinete Móvil celebrado en Caracas, la claridad de la exposición hizo que aprobaran presupuesto para 135 viviendas, 30 sustituciones y 105 remodelaciones.
El Consejo Comunal Carmen Partida I fue clasificado entre los primeros 10 mejores de los 18 mil que existen en el país. La meta del Gobierno nacional para 2007 será promover la creación de 50 mil consejos comunales en todo el territorio.
Las viviendas a sustituir tienen un costo de 40 millones de bolívares, cada beneficiario cancelará un poco más de 19 millones durante 20 años, lo demás lo subsidia el Estado que ha desembolsado 2 millardos 775 millones de bolívares por parte del Minvih.
Primero recibieron 30% del monto total, en noviembre de 2006, mientras que 70% restante, un millardo 800 millones de bolívares, fue entregado en febrero de 2007, en el gabinete comunal que desembolsó aportes para proyectos productivos.
Mientras que las casas a remodelar cuestan 15 millones de bolívares, cada beneficiario pagará siete millones quinientos en cuotas de 62 mil bolívares mensuales durante 10 años.
En ambos casos, los beneficiarios tendrán un año de gracia para pagar al banco comunal, por lo que el dinero no retornará al Gobierno sino que se quedará en la comunidad a fin de promover nuevos proyectos.
Para la restauración de las casas se contrataron cooperativas a las que se le cancela 30% por cada maestro de obra, equivalente a más de cuatro millones de bolívares para los obreros de las remodelaciones y 12 millones para las sustituciones.
El pueblo asume el poder
El optimismo se asoma como el amanecer en Mamo. “Nosotros nunca nos imaginamos que nos iban a aprobar este proyecto, después de tocar tantas puertas, de investigar hacia dónde teníamos que ir, de saltar los vicios burocráticos, por fin vemos levantar las casas dignas donde viviremos”, dice Mabel Chalú, vocera del Comité de Hábitat y Vivienda, ama de casa que ahora supervisa y despacha el material para la construcción de las casas en su comunidad.
En un rancho de bloques vivía Elia León, madre de cinco niños. «Era un rancho horrible, de paredes desconchadas, techo de asbesto roto que dejaba que la lluvia nos mojara. Se acabó el pozo séptico y ahora tenemos un baño con paredes de cerámicas. Estamos contentos con esta casa de cuatro habitaciones, sala, comedor y cocina», relató.
Alida Guevara, habitante de la calle Los Jabillos, levantó sus manos blanqueadas por la mezcla de la torta que vendería al día siguiente mientras dijo: «Esto ha sido un logro grande que esperé durante 40 años, mi casa era de cartón piedra y cada vez que llovía se inundaba, después mi hermano logró construir un rancho de bloques donde viví con mis cuatro hijos hasta ahora que llegó mi oportunidad».
El Ministerio del Poder Popular para la Participación y Desarrollo Social (Minpades) ha realizado cinco auditorías, antes, durante y después de entregar los recursos para el proyecto de vivienda, esto sin menoscabar su carácter autónomo que la Ley de Consejos Comunales estipula.
A largo plazo, se plantean la construcción de una bloquera, una casa cultural y una farmacia popular, así como el proyecto de gas directo y asfaltado de las calles.
También tienen un proyecto de luz solar para el rendimiento de la energía -propuesto por un ingeniero de la misma comunidad- y aprobado por el Fondo Intergubernamental para la Descentralización (Fides).
«Trabajar por las personas que durante años estuvieron excluidas por la sociedad y verlas solucionar los problemas de su propia comunidad es la más alta satisfacción que puedo obtener», expresó con admiración el vocero comunal de Mamo.
La experiencia de este consejo ilustra el ciclo del Gobierno comunal a través del diagnóstico, el plan, el presupuesto, la ejecución del proyecto y la contraloría, tal como lo ha referido el presidente de la República, Hugo Chávez Frías.
El interés de las comunidad de Mamo crece y se alimenta la idea de conformar en 2008 la mancomunidad para luego avanzar hacia lo que el Presidente Chávez ha llamado federaciones o confederaciones.
«Rescatar los valores que el capitalismo había invertido revive el poder moral que es la base para que la gente ejecute el poder», lo cual, según Villapol, ha sido la razón de los logros alcanzados en Mamo.
0 comentarios :
Publicar un comentario